Una de las mejores satisfacciones que me reporta esto de ser blogger es, sin duda alguna, conocer a las personas tan maravillosas que voy encontrando en mi camino. Compañeras de andadura que, en el transcurso del tiempo y casi sin darme cuenta, acaban convirtiéndose en amigas y confidentes, con las que comparto ya mucho más que una mera afición por la moda. Podría nombraros unas cuantas, aunque de sobra sabéis a quienes me refiero, pero hoy quería centrarme en ella: Adriana. No me pidáis que os argumente un por qué, un motivo, solo se que, a pesar de encontrase a miles de kilómetros de distancia, me transmite confianza, cercanía, ternura.... Sensaciones muchas que, curiosamente, no son las propias entre dos personas que no se "conocen", ¿verdad? Es por eso que cuando vi este vestido rojo en Zara me recordó tanto a ella y a este maravilloso look suyo (aquí), que supe que tendría que llevarlo a nuestra cena del pasado viernes, porque así, de alguna manera, ella estaría con nosotras.
Así que, ¡va por tí Adri! ;)
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