He visto este vestido-mono en cada una de mis visitas semanales a Zara pero, ¿os podéis creer que no había reparado en él hasta que mi madre me dijo lo mucho que le gustaba? Así que allí estaba yo: viernes tarde (muy tarde), con la tienda a tope de gente y en busca de mi talla y la de mi mami. Y si, encontré ambas (ya me conocéis, soy una chica Zara - jajajaja). El problema vino en casa porque claro, el vestido es igual de bonito que de sencillo y me lo veía taaaaaan soso... Hasta que, después de probar todo lo habido y por haber, se me encendió la bombillita y coloqué esta bandana (que es en realidad un cinturón de unos mom jeans de Pull&Bear) sobre el escote. Así, algo tan simple como un pañuelo y unos labios rojos me sirvieron para darle ese "no se qué" que le faltaba al conjunto, ¿no os parece?
Espero que os guste tanto como a mí. Os mando millones de besos y nos leemos el próximo lunes, ¿ok?
¡Muack! ¡Muack! ¡Muack!
P.D. ¡Supera eso mamá! Jajajaja.
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