Supongo que algunos recordareis unas fotos, muy parecidas a estas, que tomamos hace exactamente un año en Aranjuez. Y es que esta ciudad al sur de Madrid tiene una magia increíble, especialmente cuando se acerca la caída de la hoja. Por eso y aprovechando el mini-verano que nos regaló noviembre hace algunos días, decidimos disfrutar con el peque de una tarde en la que no faltaron risas y juegos, con merienda-picnic incluida.
Del look, poco tengo que añadir, porque soy consciente de que, una vez más, Alex se lleva todo el protagonismo - y yo más ancha que larga... jajajaja.
Espero que os guste y miles de besos.
¡Muack!
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